Este deporte para atletas con discapacidad se disputa en dos categorías y, desde 2004, se incluyó en los Juegos Deportivos Paranacionales
Prensa Mindeporte
Bogotá, D.C., mayo 25 de 2020. Para algunos puede bastar con tener precisión, pero como en cualquier deporte, requiere de disciplina, concentración y constancia. Todas son necesarias en el tiro paralímpico, en el que también resulta fundamental pensar que el proyectil disparado no es el último sino el primero de muchos por una razón fundamental: quienes lo practican saben que la segunda oportunidad es, y debe ser, el blanco común.
Al igual que las otras disciplinas del sector, le apunta a la inclusión. Eso es algo que enorgullece a Uriel Gil, entrenador nacional, quien la califica como "una gran opción de vida para las personas con discapacidad física porque pueden desarrollarlo con rifles o pistolas de aire comprimido y armas de fuego, a las distancias de 10, 25 y 50 metros".
Como en la mayoría de los deportes paralímpicos, el tiro paradeportivo practicado en Colombia se divide en dos clasificaciones: SH1, para tiradores de pistola y rifle que no necesitan ningún soporte para el arma y la SH2, en la que se requiere soporte. La competición está compuesta por dos fases, en las que el atleta tiene que disparar el proyectil al centro del blanco para así acumular puntos.
La puntuación final que determinará las posiciones de los competidores se compone de los puntos obtenidos en la fase clasificatoria y, a la final, avanzan los ocho primeros puntajes. En dicha instancia, se disparan 24 tiros y desde el tiro 12 se elimina el último puntaje cada dos disparos, hasta llegar al último para otorgar la medalla de oro.
El tiro paradeportivo completó en los pasados Juegos Paranacionales su quinta participación, después de que fuera incluido oficialmente en la edición de 2004, celebrada en Bogotá. "En el país podemos hablar de seis potencias: Valle, Antioquia, Bogotá, Cundinamarca, Fuerzas Armadas y Boyacá", destaca Gil Rendón.
Las armas y cartuchos utilizados dependen de la distancia que el atleta tenga del objetivo. Cuando este se encuentra a 10 metros, se usan un rifle y pistolas de aire en la competición, con munición de 4.5mm. Con el blanco a 25 metros, sólo se emplea una pistola de fuego y un cartucho de calibre 22, el mismo con el que se desarrollan las pruebas de 50 metros con un rifle y pistola de fuego.
Para María Teresa Restrepo, una de las referentes del tiro paralímpico colombiano, este deporte cambió su vida "en un ciento por ciento", ya que, gracias a él encontró "una mejor calidad de vida" y pudo "conocer seres humanos maravillosos e incondicionales para alcanzar grandes objetivos".
Dentro de los logros más importantes alcanzados por los tiradores colombianos, se encuentran la medalla de bronce parapanamericana, en Lima 2019, en pistola femenina P2, y los dos cuartos puestos en rifle R4 y pistola P1. De igual manera, los tres oros en el Abierto Internacional de Cali 2019.
