Con 18 años, ya tiene una medalla de plata paralímpica
Prensa Supérate Intercolegiados
Con un multitudinario recibimiento, la delegación colombiana que participó en los Juegos Paralímpicos de Rio, arribó este miércoles a la capital del país cargada de medallas y alegría. Un nuevo campeón, Luis Fernando Lucumí, regresó a casa con la medalla de plata colgada en el cuello y el récord de las Américas en el lanzamiento de jabalina F38, con una marca de 48,16 metros.
La ‘papayera’ sonaba y la multitud aplaudía el desfile de héroes colombianos que desembarcaban del vuelo proveniente de Rio de Janeiro. Caras felices y brazos extendidos de los 39 atletas paralímpicos enmarcaban las salidas del aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá. Al final de la fila, Luis Fernando miraba con asombro el recibimiento. "Sentí una emoción muy grande porque le di una medalla a mi país", les dijo el hijo de Villa Rica (Cauca) a los medios de comunicación que esperaban atentos, entre los cientos de espectadores, para conocer y escuchar al desconocido dueño de la medalla de plata paralímpica.
Poco conocido hasta antes de viajar a suelo brasilero, pues su gesta paralímpica logró un lugar en la memoria de muchos colombianos. Así se evidenció mientras un grupo de personas coreaba "Lucumí, Lucumí", justo cuando el medallista y campeón nacional en los 100 y 200 metros planos de atletismo adaptado de Supérate Intercolegiados 2015 comentaba en los micrófonos: "No me esperaba este recibimiento. Es una sorpresa muy grande. Muchas gracias Colombia por todo esto".
Para el colombiano la prueba estuvo llena de nerviosismo. "Sentí mucha tensión. Todos eran más grandes que yo y con más experiencia, pero yo confiaba en que alcanzaría el podio", comentó el atleta. El dueño del mejor registro del continente también manifestó su alegría por el resultado. "Logré 49,16, metros, mejoré en cinco la marca que tenía gracias a Dios y fue récord de las Américas".
Definitivamente, Luis Fernando está llamado a ser una de las grandes cartas del deporte paralímpico colombiano, pues con apenas 18 años de edad y su primera participación en Juegos Paralímpicos, entró a la élite del atletismo adaptado. "Ya tengo la mentalidad en Tokio 2020 y desde mañana voy a trabajar para alcanzar ese objetivo" concluyó.
La categoría F38 corresponde a los atletas con parálisis cerebral u otras enfermedades que afectan la coordinación y el control muscular y compiten de pie.
