Prensa COC - Coldeportes
El seleccionador colombiano de bolo acepta que los oros logrados en ambas ramas devuelven la confianza para rematar de mejor manera los Bolivarianos y llegar impulsados al mundial de Las Vegas.
"Hicimos una conversación grupal, todo el equipo se unió más de lo que estaba, se evaluaron las cosas buenas, regulares y no tan favorables que se habían hecho en los dos últimos días, decidimos un cambio de estrategia, todos le apostamos a ello y gracias a Dios funcionó y terminamos ganando por equipos ambas medallas con una facilidad hasta inesperada". Así explica el seleccionador nacional de bolo la reacción que tuvieron sus dirigidos este sábado.
Las sonrisas volvieron a vestirse de amarillo y Otálora también se tomó un respiro que necesitaba con urgencia. "Fue una gran jornada, después de dos días complicados en parejas y tríos a raíz del cambio de la máquina que se dañó en la segunda jornada (la aceitadora de las pistas) y que hizo cambiar los planes por completo", agregó. (Escuchar audio)
Puede dormir tranquilo con el equipo que tiene y en las jornadas donde la adversidad parecía imponerse, tuvo más confianza que nunca. "Contamos con dos equipos, en femenino y masculino, que son demasiado profesionales, con mucha experiencia, así que logramos revaluar, darle vuelta a las cosas que nos habían jugado en contra y funcionó", dice con cierto alivio.
Igual cree que no subirse a lo más alto del podio aparte de enseñar, fortalece. Es un convencido de que "la derrota hace parte del deporte la derrota y la selección es muy madura para afrontar cualquier circunstancia". Y más en una bolera como la de Cali, donde se sienten más que locales, ya que "acá se le ganó a Estados Unidos en el Panamericano del año pasado".
Admite también que "existía algo de preocupación porque el presupuesto de medallas empezaba a quedarse, pero con cabeza fría se logró analizar, corregir", para "ajustar las cuentas y rematar de la mejor forma, tanto que se puede cerrar con dos o tres medallas más de las proyectadas".
"Estas medallas en equipos nos da alimento para el alma", exclama con satisfacción Otálora, que al escuchar este sábado por duplicado el himno, además de asegurar el 1,2,3 en el Todo Evento femenino y un bronce en masculino, siente que las cargas se han equilibrado y lo mejor está por venir. No sólo en los Bolivarianos, también el mundial de Las Vegas dentro de dos semanas.
Es seleccionador en propiedad desde mitad de año, pero ya son siete años aportando en el comando técnico, cuando en 2010 se sumó como asistente del estadounidense Rick Benoit. Tiempo suficiente para conocer a los bolicheros y ni hablar a uno de los referentes del último tiempo: Manuel Otálora, su hermano mayor.
"Apenas nos llevamos un año, él tiene 36 y en las canchas la comunicación fluye bastante bien. Adentro es una cosa y afuera otra. Nunca mezclamos las cosas para evitar que lo personal afecte lo profesional y viceversa. Él es muy calmado y yo tengo un poco más de temperamento, así que logramos equilibrar", cuenta Jorge, quien siente que aún hay mucha historia por hacer en el bolo colombiano y si es en familia, mucho mejor.