El campeón olímpico necesitó de una autorización de uso terapéutico para la intervención de columna en enero pasado
Prensa Coldeportes
La Agencia Mundial Antidopaje, WADA, ha sido blanco de un ataque cibernético después de los Juegos Olímpicos de Rio, el cual ha sido replicado desde distintos lugares del mundo con informaciones relacionadas sobre el presunto dopaje de varios atletas que disputaron las justas en agosto pasado.
La web rusa Fancy Bears, creada por unos piratas informáticos, ha revelado las autorizaciones médicas para que algunos deportistas hayan usado sustancias (dopantes) prohibidas. En el listado apareció el nombre de Óscar Figueroa, campeón olímpico de Colombia en levantamiento de pesas, en la categoría de los 62 kilogramos, por el uso de Dexametasona, sustancia prohibida por la WADA.
El atleta, en efecto, recibió tal medicamento para su operación de columna en enero pasado. "Se le practicó un procedimiento quirúrgico el día 12 de enero de 2016, para corregir una patología discal en su columna lumbar (L4-L5 y L5-S1), denominada termodiscoplastia más espaciador interespinoso", dijo el médico Jaime Albarración, del Centro de Ciencias del Deporte de Coldeportes.
El especialista, quien acompañó a Figueroa en Rio, indicó igualmente que "durante la intervención y por protocolo, se le administró Dexametasona en una dosis intraoperatoriamente, motivo por el cual se solicitó una autorización de uso terapéutico, AUT la cual fue aprobada en la respuesta de esa solicitud".
"Las AUT son avaladas por un comité externo de cuatro médicos en Colombia, quienes no tienen conflicto de intereses, es decir que no pertenecen a federaciones deportivas ni tratan deportistas. Ellos estudian el caso, analizan los exámenes y definen si aprueban o no el suministro de la sustancia", afirma Orlando Reyes, coordinador del Grupo Nacional Antidopaje de Coldeportes.
Como voz autorizada en el tema, señala además que "los deportistas en algunos casos necesitan en sus tratamientos de alguna sustancia prohibida y ese fue el caso de Óscar Figueroa, a quien se la autorizaron para su cirugía, que fue seis meses y medio antes de los Olímpicos. Fue un procedimiento normal".
"En el ciberataque a la WADA hay que tener en cuenta que toda esta información proviene de un acto delictivo, el cual configura un segundo delito, que es publicar patologías e historias clínicas de los deportistas, que son pacientes como cualquier otro. Es documentación de carácter privado", recalcó Reyes.
