Prensa Mindeporte
Cartagena, 17 de noviembre de 2019. - Para los aficionados, el deporte tiene dos realidades: la gloria del triunfo y la desesperanza de la derrota. Ambas son crudas, porque hacen que se exija por no quedarse con el sinsabor de perder. Pero los deportistas van mucho más allá, ellos se quedan con las enseñanzas que deja un encuentro y crecen, se transforman hasta que pueden demostrar su mejor versión.
Por eso el técnico de fútbol, Francisco Maturana, decía: "perder es ganar un poco". Aunque muchos se burlaron, tenía razón. En el arranque del torneo de balonmano de los Juegos Nacionales, la selección de Bogotá no arrancó con buen pie: perdió los dos primeros encuentros que disputaron contra Antioquia y Quindío, en los que recibieron 67 goles.
Dos resultados que acaban con la esperanza de cualquiera, pero no con el de las bogotanas, que tienen en Laura Morales, su arquera, el impulso para salir adelante, aprender y seguir sonriendo. "Somos un grupo muy unido, siempre tratamos de mejorar cada aspecto de cada persona, la unión es nuestra principal fortaleza. Somos muy amigas, compañeristas", dice con una sonrisa.
Morales, que también practicó baloncesto, voleibol, fútbol, microfútbol, probó las mieles del balonmano gracias a una prima, quien la incitó a practicarlo. Mejoró su técnica por el profesor Ricardo, quien fue el que le perfeccionó sus reflejos, la visión periferica y le enseñó a moverse dentro de la portería. Ella aceptó ese RETO con entereza y lo cumplió con creces y siempre compartiendo su sonrisa.
Es precisamente esa felicidad la que funciona como unión del equipo, porque a pesar de las adversidades, Laura Morales nunca deja de sonreír. "Esa es una de las cualidades que me ha dejado el deporte, además de la resiliencia, la responsabilidad y la concentración", subraya. Así sigue adelante y mira con optmismo el camino por recorrer.
"Quiero seguir creciendo como deportista, como persona. Ser mejor de lo que soy hoy por hoy", indica la bogotana, quien aspira a seguir siendo un ejemplo de coraje, de inspiración para sus compañeras que, a pesar de la adversidad de los resultados, se mantienen juntas, en busca de una victoria anhelada, de un triunfo que las haga soñar en grande. "Nuestra ilusión es ganarle a Antioquia, Quindío, Risaralda. Ser más fuerte de lo que somos".
Su resiliencia y capacidad de superar el fracaso demuestra el compromiso de un equipo, que se entrega en cuerpo y alma. En los juegos no priman los resultados, sobresalen las enseñanzas y esa demostración de levantarse de las adversidades y afrontar lo que viene con una sonrisa, es el principal símbolo de que Colombia, es una tierra de atletas.