Editorial
Después de haber vivido una semana de reflexión, en la que los análisis internos resultan necesarios para revaluarnos, justamente tendremos en Coldeportes nuestra audiencia pública de rendición de cuentas el próximo 3 de mayo, un ejercicio para analizar lo hecho y comprometernos aún más con las tareas por hacer. No lo vemos tanto como un examen, más bien como la oportunidad de seguir creciendo a través del valioso concepto de la comunidad.
La retroalimentación es fundamental y más en una jornada como la que tendremos en El Cubo de Colsubsidio, en Bogotá. La transparencia es la razón de ser de nuestro trabajo como servidores públicos y, sobre todo, en la construcción del país que anhelamos para las presentes y futuras generaciones. Y si lo hacemos a través del deporte, la recreación, la actividad física y el aprovechamiento del tiempo libre, mucho mejor.
Prioridad para el Gobierno Nacional bajo la premisa de la legalidad, el país le apuesta al juego limpio como una marca registrada, como una carta de presentación frente al mundo. Tarea por la que nos esforzamos a diario. De hecho, intensificamos labores en dos frentes: la lucha frontal contra el dopaje y la recertificación del Laboratorio por parte de la Agencia Mundial Antidopaje.
Otro objetivo a corto plazo que nos hemos trazado es la transformación de Coldeportes de Departamento Administrativo a Ministerio del Deporte, sueño cada vez más latente gracias al respaldo legislativo. Resta un debate en Cámara de Representantes para lograr su aprobación y con ella, dar otro paso en firme y de calidad hacia la consolidación del sector.
En cuanto a emprendimiento, confiamos en la alianza entre el sector público y la empresa privada. El impulso que por ejemplo Ecopetrol le está brindando a Supérate Intercolegiados, cuna de grandes talentos y el espacio ideal para la formación niños y jóvenes, es definitivo. Educación y deporte, un solo equipo, una relación indisoluble. Mensaje y ejemplo a seguir.
Y es que gracias al trabajo en equipo, junto a los Comités Olímpico y Paralímpico Colombiano, las federaciones y los entes territoriales, la proyección de Colombia como destino deportivo por excelencia y con altos estándares de organización, se consolida. Ya se lograron las sedes para los Panamericanos Junior de Cali 2021, la Copa América 2020 y ya se postuló al país para acoger la Copa del Mundo femenina de fútbol en 2023.
Grandes compromisos, como el que tendremos entre noviembre y diciembre próximos con los XXI Juegos Nacionales y V Paranacionales Bolívar 2019. Un reto de país que sacaremos adelante por el ingrediente histórico que los acoge: serán los del Bicentenario y qué mejor que conmemorarlo que con una gran fiesta deportiva.
Ese esfuerzo conjunto redunda igualmente en el alto rendimiento. Nuestros deportistas se preparan también para los Panamericanos de Lima, penúltima escala hacia ese gran sueño de Tokio 2020, donde todas las esperanzas radican en una actuación histórica. Y para alcanzarla, necesitamos de su apoyo y veeduría, para que entre todos, como equipo, sigamos escuchando el himno nacional en los podios del mundo. Ya una sana costumbre que confirma, de paso, que Colombia es tierra de atletas.
Ernesto Lucena Barrero
Director de Coldeportes